EL 2025 HA TRAÍDO UNA VERDADERA
TORMENTA DE RIFFS. DESDE LOS GIGANTES VETERANOS HASTA LOS NUEVOS APÓSTOLES DEL
MOSH, EL THRASH METAL VIVE UNO DE SUS MOMENTOS MÁS INTENSOS Y CREATIVOS EN
DÉCADAS. CADA LANZAMIENTO RECIENTE NO SOLO REAFIRMA LA VIGENCIA DEL GÉNERO,
SINO QUE LO EMPUJA HACIA TERRITORIOS MÁS EXTREMOS, TÉCNICOS Y VISCERALES.
AQUÍ REPASAMOS LOS DISCOS QUE ESTÁN
HACIENDO TEMBLAR ESCENARIOS Y REVIVIENDO EL ESPÍRITU DEL MÁS POTENTE THRASH METAL
QUE SACUDE EL PLANETA.
TESTAMENT
“Para
Bellum” (Nuclear Blast - 2025)
La vieja guardia del thrash vuelve lista para la guerra.
Casi cuatro décadas después de irrumpir en la escena del Thrash de la
Bahía de San Francisco, Testament demuestra que su fuego sigue intacto. “Para
Bellum”, su decimocuarto álbum de estudio, llega con una formación que combina
historia y renovación: Chuck Billy (voz), Eric Peterson (guitarra rítmica y
líder compositivo), Alex Skolnick (guitarra solista), Steve DiGiorgio (bajo) y
el joven Chris Dovas en la batería, quien debuta oficialmente en el estudio
tras demostrar su poder en directo.
El ingreso de Dovas se siente desde el primer golpe de platillo:
precisión quirúrgica, velocidad controlada y una energía que empuja al resto
del grupo a ir más allá.
Testament no solo reafirma su lugar como referente del
género, sino que también actualiza su sonido con una producción moderna y un
enfoque más técnico, sin perder la furia que los caracteriza.
El título “Para Bellum”, del latín “si vis pacem, para bellum”,
o “si quieres la paz, prepárate para la guerra”, define perfectamente la
actitud del disco. Aquí hay conflicto, resistencia y reflexión sobre un mundo
dominado por la tecnología, la desinformación y la lucha interna. El resultado
es un álbum variado, feroz y preciso, que encuentra equilibrio entre brutalidad
y melodía.
Análisis tema a tema.
1. “For the Love of
Pain”
Apertura explosiva. Un cañonazo de riffs veloces y batería implacable
que reivindica el sufrimiento como parte esencial del crecimiento. Billy ruge
con autoridad, dejando claro que Testament no está aquí para rendirse.
2. “Infanticide A.I.”
El primer sencillo y uno de los cortes más directos. Una crítica a la
dependencia tecnológica y a la pérdida de lo humano. Peterson y Dovas se
sincronizan en una maquinaria imparable de ritmo y precisión.
3. “Shadow People”
El tono cambia hacia lo oscuro y atmosférico. Guitarras cargadas de
groove y una letra que evoca la paranoia y las figuras que acechan desde la
mente. Skolnick despliega solos elegantes que contrastan con la densidad del
riff principal.
4. “Meant to Be”
La gran sorpresa del disco: un tema más emocional, con pasajes
acústicos y un crescendo épico. Testament demuestra que puede bajar la
velocidad sin perder intensidad.
5. “High Noon”
Con un aire cinematográfico y western, este tema convierte el duelo
clásico del viejo oeste en una metáfora del enfrentamiento interno. Potente,
distinto y efectivo.
6. “Witch Hunt”
Puro thrash sin concesiones. Un muro de sonido que recuerda los años
más agresivos de la banda. La base rítmica de DiGiorgio y Dovas suena compacta,
demoledora.
7. “Nature of the Beast”
Corte más roquero y contagioso, con influencias del heavy clásico.
Habla sobre los instintos humanos y la eterna tentación del exceso. Un guiño al
pasado sin perder modernidad.
8. “Room 117”
Una pausa emocional en medio de la tormenta. Inspirada en una
experiencia cercana a la pérdida, la canción mezcla melancolía y fuerza. Chuck
Billy entrega una de sus interpretaciones más humanas.
9. “Havana Syndrome”
Basada en hechos reales, aborda la paranoia contemporánea y las teorías
de control mental. Riffs tensos y un ambiente claustrofóbico que crece hasta un
cierre explosivo.
10. “Para Bellum”
El cierre perfecto. Una síntesis de todo el álbum: técnica, velocidad,
melodía y poder. El estribillo invita a la resistencia, y el solo final de
Skolnick deja el campo arrasado.
Veredicto
Para Bellum es Testament en estado puro, pero con aire nuevo. No hay
complacencia ni rutina: hay precisión, rabia y una madurez que no apaga el
fuego. Chris Dovas se consolida como una de las incorporaciones más
prometedoras del metal moderno, y la banda demuestra que aún tiene mucho que
decir.
Un disco sólido, violento y lúcido, que coloca nuevamente a Testament
en la primera línea del thrash mundial. Si la guerra sigue, ellos ya están
preparados.
Puntuación: 4.5 / 5
Coroner
“Dissonance
Theory” (Century Media Records - 2025)
Regreso técnico, maduro y sin concesiones.
Tres décadas después de su último álbum, los suizos Coroner reaparecen
con “Dissonance Theory”, un trabajo que reafirma su estatus como pioneros del
Thrash técnico europeo. Con su formación consolidada: Ron Broder, Tommy
Vetterli y Diego Rapacchietti, la banda entrega un sonido moderno, preciso y
conceptualmente coherente, donde la disonancia se convierte en herramienta
creativa.
El disco combina la agresividad rítmica de sus primeros años con un
enfoque contemporáneo en producción y estructura.
Temas como “Consequence” y
“Sacrificial Lamb” destacan por su complejidad armónica, mientras “Crisium
Bound” y “Transparent Eye” exploran atmósferas más experimentales.
El single
“Renewal” sintetiza el espíritu del álbum: energía renovada y claridad
compositiva, así que vamos a recorrer track por track.
Análisis tema a tema.
1. “Oxymoron”
Un breve instrumental de menos de un minuto que abre el disco como un
preludio inquietante. Dejando claro desde el minuto cero que no estamos ante un
regreso complaciente, sino una introducción que prepara al oyente para lo que
viene.
2. “Consequence”
Con riff acelerado y estructura compleja, este tema trae de vuelta
la garra técnica de la banda. Los pasajes de guitarra y bajo se entrelazan con
precisión quirúrgica, mientras la batería se mueve con dinamismo. La letra
parece cuestionar causa y efecto en un mundo en ruptura.
3. “Sacrificial Lamb”
Un ritmo marcado, en partes, explosivo en otras. El título
alude al sacrificio impuesto — quizás social o personal — y la música acompaña
esa temática con vibraciones oscuras y cambiantes. Es uno de los momentos clave
del álbum.
4. “Crisium Bound”
Aquí Coroner se permite respirar un poco: la atmósfera se vuelve más
amplia, los arreglos más espaciales. El tema juega con contrastes entre
momentos densos y cortes más melódicos, demostrando que la banda sabe variar
sin perder coherencia.
5. “Symmetry”
Algo más corta y concisa, esta canción apuesta por un hook más
accesible sin renunciar al virtuosismo. Una de las más inmediatas del álbum,
ideal para mostrar la fusión entre técnica y gancho. Visualmente, representa un
claro “single” para el retorno.
6. “The Law”
De nuevo el peso técnico emerge con fuerza: ritmos intrincados,
atmósfera grave y letras que parecen cuestionar autoridad o estructura social.
La banda suiza demuestra que no ha perdido el mordiente crítico que la
caracterizaba.
7. “Transparent Eye”
Ambiente enrarecido, guitarras que juegan con efectos y detalles que se
escuchan con atención. Esta canción presenta una de las facetas más
experimentales del álbum, evocando sensaciones de vigilancia, visión y
revelación.
8. “Trinity”
Elemento central del disco: cinco minutos largos que combinan melodía,
velocidad y textura. Los solos de guitarra se destacan, pero sin eclipsar el
conjunto; la banda muestra que el virtuosismo viene al servicio de la canción,
no al revés.
9. “Renewal”
Lanzada como sencillo previo al álbum, “Renewal” es declaración de
intenciones: el “nuevo capítulo”. Energía renovada, tempos vigorosos y un
mensaje de resurgimiento que se adapta muy bien al contexto del regreso de la
banda.
10. “Prolonging”
El cierre es directo, menos extenso que otros cortes, pero denso en
contenido. Un broche que deja la sensación de que este nuevo Coroner no se ha
limitado a repetir fórmulas: se queda, crea y prolonga su presencia.
Cada pieza está construida con detalle arquitectónico; nada suena
improvisado. La guitarra de Vetterli conserva su filo característico, y la base
rítmica de Broder y Rapacchietti aporta un control que dota al conjunto de
cohesión y profundidad.
Veredicto:
Dissonance Theory es un retorno impecable, sobrio y ambicioso. Coroner
evita la nostalgia y demuestra que la técnica puede convivir con la emoción sin
perder fuerza.
Puntuación: 4 / 5
Recomendado para: oyentes de Thrash técnico, metal progresivo y
producción de alto nivel.
Sodom
“The
Arsonist” (Steamhammer/SPV - 2025)
Un arsenal de thrash directo a tus sentidos.
La legendaria formación alemana Sodom llega de nuevo a la palestra con
su decimoséptimo álbum de estudio, “The Arsonist”, lanzado el 27 de junio de
2025.
El cuarteto —Tom Angelripper
(voz y bajo), Frank Blackfire (guitarra), Yorck Segatz (guitarra) y Toni Merkel
(batería) recupera esa rabia clásica del teutónico big-three, pero la envuelve
con una producción que apuesta por lo auténtico: baterías registradas en cinta
de 24 pistas, sin trucos digitales.
¿Qué se puede decir de esta banda legendaria de lo que no se haya dicho
antes?, por eso, es menester adentrarnos en esta obra y realizar siempre, desde
nuestro punto de vista.
Análisis tema a tema.
1. “The Arsonist”
Un primer golpe breve pero efectivo: poco más de un minuto que funciona
como introducción explosiva. Su aura de amenaza inmediata prepara el territorio
para lo que viene: fuego encendido, caos anunciado.
2. “Battle of Harvest Moon”
Riffs rápidos, quebrados, y un estribillo que se queda en la cabeza. La
letra evoca campos de batalla bajo la luna de la cosecha: imagen potente que
combina lo épico con lo visceral.
3. “Trigger Discipline”
Fue el sencillo adelanto del álbum, y no es casualidad. «Sin disciplina
en el gatillo» resume tanto la temática —un francotirador fuera de control—
como la música: implacable, directa y sin respiro.
4. “The Spirits
That I Called”
Más oscura, más centrada en la atmósfera. Aquí Sodom mezcla velocidad
con momentos de tensión más densa, explorando lo espectral, lo que acecha más
allá de la guerra o la violencia palpable.
5. “Witchhunter”
Homenaje a Witchhunter (Christian Düdek), ex-batería de la banda, caído,
pero no olvidado. El corte tiene la carga emocional justa para no quedarse en
mera ficha de tributo: mantiene el pulso agresivo y añade un extra de
sentimiento.
6. “Scavenger”
Sodom baja ligeramente el ritmo para ganar en amplitud. “Scavenger”
tiene algo de acecho, de espera letal. Un tema que permite respirar, mientras
mantiene la tensión latente.
7. “Gun Without Groom”
La carátula sonaría perfecta en una película de guerra: riffs que
chispean, letras sobre el arma que no tiene piedad. Thrash puro, sin adornos,
con la furia de siempre y un gancho firme.
8. “Taphephobia”
Para quienes no sepan, “taphephobia” es el miedo a ser enterrado vivo.
Y la canción lo transmite: claustrofobia rítmica, batería que golpea como un
corazón condenado, y tensión creciente.
9. “Sane Insanity”
El título ya es provocador: ‘cordura loca’. Aquí Sodom mezcla lírica
reflexiva con riffing agresivo. Un tema central que demuestra que la banda aún
puede pensar tanto como destrozar.
10. “A.W.T.F.”
Menos explicativo en las letras que otros cortes —según la banda, un
homenaje a Tank y su vocalista Algy Ward. Se cuela un toque de old-school heavy
dentro del Thrash, lo que lo hace uno de los más memorables del álbum.
11. “Twilight Void”
Vuelve a atmósferas más sombrías: la oscuridad al atardecer, el vacío
que sigue. El ritmo es firme, la melodía sutil, y la sensación de epicidad no
se pierde.
12. “Obliteration of the Aeons”
Título grandilocuente, que casa con un tema que suena a destrucción
total. Sodom se permite aquí desplegar toda su artillería: velocidad, punteos
afilados, una letra que no deja títere con cabeza.
13. “Return to God in
Parts”
Cierra el álbum como un golpe definitivo. No es un tema tranquilo de
cierre: más bien una última explosión que deja el terreno quemado, listo para
rebobinar y volver al principio.
Valoración General.
“The Arsonist” no reinventa la rueda del Thrash, pero tampoco pretende
hacerlo. Lo que Sodom hace es dominarla con precisión veterana y ganas
intactas. Con una producción que, apuesta por lo orgánico, riffs que cortan
como cuchillas y una buena mezcla entre agresión implacable y momentos de
sombra, este disco cumple lo que promete: fuego total.
Puntuación: 4 / 5
Una obra que entusiasmará a los seguidores del Thrash clásico/alemán y
que demuestra que, incluso tras cuatro décadas, Sodom sigue teniendo algo que
decir y cómo.
Violator
“Unholy
Retribution” (Kill Again Records - 2025)
Un giro al Thrash más extremo.
Este tercer álbum de estudio marca el regreso del cuarteto de Brasil
tras una larga pausa de 12 años.
Con una formación firme —Poney Ret Crucifier
(voz/ bajo), Capaça Bloody Nightmare (guitarra), Cambito Chains Killer
(guitarra) y Batera Bone Crusher (batería) el disco destila furia old-school,
riffs afilados y una producción que apuesta por lo orgánico.
Análisis tema a tema.
1. “Hang the
Merchants of Illusion”
Arranque directo: el riff de apertura delimita territorio: saqueo,
espejismos y la denuncia de farsas. La banda no se anda con medias tintas:
tempo alto, batería que golpea marcada, y el estribillo que se queda grabado.
Introduce el tono agresivo y no permite descanso desde el inicio.
2. “Cult of Death”
Aquí la atmósfera se vuelve algo más siniestra. El “culto de la muerte”
representa tanto un rito literal como metáfora de sociedades que se
autodestruyen. Violator mezcla pasajes rápidos con momentos levemente "relajados" que permiten respirar antes de volver a embestir. Buen contraste
interno.
3. “Persecution Personality”
Un título que lo dice todo: la persecución como identidad.
Musicalmente, esta canción acentúa el groove de la sección rítmica mientras las
guitarras se retuercen en armonías quebradas. La letra sugiere la imposición de
un rol perseguido, quizás víctima-cómplice, en un mundo hostil.
4. “Destroy the Altar”
El altar como símbolo de poder, estructura o sistema. Aquí la banda lo
toma como blanco. Riffing crudo, palm mutes agresivos, y un puente que conduce
a un breakdown que funciona como demolición literal. Una de las piezas más
marcadas en cuanto a actitud y mensaje.
5. “The Evil Order”
El primer single promocional del disco. Se presenta con una seña de
estilo: guitarra que arrastra los ecos de la vieja escuela Thrash brasileña,
batería implacable y un coro que invita al pogo. El “orden del mal” no es
abstracto: se perfila como régimen impuesto, control implacable. Un tema
destacado por su energía inmediata.
6. “Chapel of the Sick”
Vídeo-single que sirve como carta de presentación del álbum. Aquí
Violator fusiona furia con mensaje político: según la banda, aborda una
metáfora del Estado, la enfermedad colectiva y la resistencia. Musicalmente,
una de las piezas más agresivas: doble bombo, riffs tipo “machacamiento”, y
estribillo que aliena para luego pedir acción.
7. “Rot in Hell”
Sin circunloquios: el infierno como destino para los cómplices del
poder. La canción acelera, martillea y no deja espacio para reflexión
tranquila. Ideal para perderse en el mosh. Una catarsis de velocidad y
contundencia.
8. “Vengeance Storm”
Cierre apoteósico. El “temporal de venganza” cierra el álbum con una
combinación de velocidad, técnica y atmósfera épica. Aquí se nota que la banda
ha aprovechado el tiempo fuera para afinar los detalles: los solos tienen
espacio, la sección rítmica construye tensión antes de liberar el caos final.
Una buena carta de despedida para quienes escuchen del tirón.
Valoración general.
“Unholy Retribution” no es simplemente un regreso: es un recordatorio
contundente de lo que una banda de Thrash comprometida puede hacer cuando se
toma su tiempo. Violator recupera la urgencia de sus comienzos, pero la
canaliza con madurez. Las ocho canciones fluyen con un sentido claro: atacar,
denunciar, arrasar.
La producción es suficientemente limpia para apreciar detalles, pero lo
bastante cruda para conservar el filo.
Para fans del Thrash clásico, del metal brasileño de rabia auténtica y
letras que no esquivan la realidad, este disco supone una gran adición al
catálogo.
Puntuación 4 / 5
Destruction
Birth
of Malice – (Napalm Records, 2025)
Una embestida
implacable del thrash teutón.
Los alemanes de
Destruction regresan con su decimosexto álbum de estudio, “Birth of Malice”,
editado el 7 de marzo de 2025.
La formación
consolidada: Schmier al bajo y voz, Martin Furia y Damir Eskić en las
guitarras, Randy Black tras los parches, vuelve a desplegar ese sonido bruto,
directo y sin concesiones que les ha convertido en referente del Thrash metal.
El disco no se
limita a repetir fórmulas: añade dosis de groove, riffs gemelos afilados y
letras que miran la era digital, los errores humanos y la rebelión sin
máscaras. Con 12 cortes en la lista oficial.
Análisis
tema a tema:
1. “Birth of Malice”
Arranque potente que da nombre al álbum: una introducción breve pero
definida, con un riff que se planta firme y marca el terreno. La voz de Schmier
reclama espacios, la batería golpea sin miramientos y la atmósfera sugiere que
lo que viene no será amable. Es una declaración: el mal nace, el Thrash ataca.
2. “Destruction”
Himno autorreferencial que lleva el nombre de la banda y resume su
esencia. Un ataque directo, rápido, sin respiros, con riffs gemelos que
chirrían como hojas al romperse. La letra homenajea su legado, los fans
entregados y la identidad irrenunciable de Destruction. Un arranque de álbum
brutal.
3. “Cyber Warfare”
La temática se amplía hacia la tecnología, la guerra invisible y las
nuevas amenazas digitales. Musicalmente, cambia levemente el enfoque: algo de groove
adicional, espacio para que los solos respiren, pero manteniendo la agresión
inherente. Un tema que conecta el pasado con el presente.
4. “No Kings - No Masters”
La rabia rebelde se deja escuchar: “sin reyes, sin amos” es la
consigna. Ritmo veloz que alterna con pausas que permiten asentir con puño en
alto. La banda muestra que aún sabe combinar velocidad, contundencia y gancho
melódico. Uno de los cortes que podrían quedarse en la memoria en directo.
5. “Scumbag Human Race”
Una de las letras más despiadadas del álbum: humanidad corrupta,
consumida, en rebeldía. El riff principal es seco, cortante, y la sección
rítmica impone un pulso que no acepta excusas. El estribillo lanza un ultimátum
implícito. Thrash para sacudir conciencias.
6. “God of Gore”
El título lo dice todo: visceralidad, brutalidad, sin eufemismos. Aquí la
banda encaja una canción que podría grabarse al modo clásico de heavy-velocidad
alemana, con guiños al gore, la destrucción física y sonora, y solos afilados
que emergen en mitad del caos. Una garra que recuerda sus primeros días.
7. “A.N.G.S.T.”
La paranoia levanta cabeza en esta pieza que juega con efectos de
tensión y momentos más oscuros antes de la tormenta final. Ritmos que se
resquebrajan, guitarras que se enroscan, y un final acelerado que libera lo
reprimido. La “angustia” convertida en Thrash moderno.
8. “Dealer of Death”
El negocio de la muerte, el poder de destruir y huir impune: eso
cuentan las letras. Musicalmente, el corte es más lineal pero igualmente letal.
Aquí se apuesta por un riff que se atornilla en el cerebro y una sección de
estribillo que contagia el puño al aire. Directo y preciso.
9. “Evil Never Sleeps”
Una reflexión abrasiva: el mal no descansa, no cambia de turno. El
ritmo toma un matiz algo más melódico en los pasajes medios, pero sin rebajar
la tensión general. Un tema que equilibra furia y groove, lo
suficientemente variado para aportar dinamismo al álbum sin perder el filo.
10. “Chains of Sorrow”
Una pausa más densa en el contexto del disco, aunque no suave:
tristeza, opresión, cadenas que atornillan. Las guitarras se permiten algo de
melancolía antes de que el thrash vuelva a embestir. Un buen respiro que sirve
como puente hacia el cierre del álbum.
11. “Greed”
La avaricia humana como monstruo interno. El riff oscila entre
velocidad y agresividad, la batería dispara ráfagas y la voz de Schmier parece
acusadora. Un grito contra la codicia que equipa al Thrash con carga crítica.
Conecta bien con los temas anteriores de denuncia.
12. “Fast as a Shark”
Cierre con broche histórico: versión del clásico de Accept. Destruction
rinde tributo, pero lo hace a su modo: rápida, mordaz, con espíritu de combate.
Es el epílogo perfecto para un álbum que mira adelante sin renunciar al pasado.
Valoración general.
“Birth of Malice” es un disco que confirma que Destruction aún tiene la
gasolina para quemar. No reinventa el Thrash, pero lo ejecuta con una precisión
y convicción poco comunes en 2025. Velocidad, riffs cortantes, letras incisivas
y una producción clara que nunca diluye la agresión. Si buscas puro Thrash
alemán con alma contemporánea, este álbum entrega.
Puntuación: 4 / 5
Una nueva muestra de que los veteranos del Thrash no se retiran: se
reafirman y atacan con una impresionante fuerza renovada.
Reseña:
Betto Zambrano
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